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La Leyenda del Mohán

Leyenda del Mohán - Historia Real Colombiana.

En los mitos y leyendas de Colombia abundan los relatos que están impregnados de fantasía. Uno de los más populares, habla de un misterioso ser que vive en recónditas cavernas. Se trata del Mohán, una criatura ancestral que huyó de los intrusos para refugiarse en las profundidades de los ríos.

Han pasado más de cinco centurias y La Leyenda del Mohán sigue viva. Es una historia bastante añeja que surgió antes de llegar los españoles. Con ella pueden conocerse las costumbres y tradiciones de la época prehispánica. De esa forma, el pueblo colombiano se mantiene cerca de su verdadera identidad.

Es probable que la historia del Mohán sea oriunda de Tolima, luego arribaría a otras partes del país. Esta leyenda latinoamericana representa a la cultura indígena y el folclor colombiano. Hay testimonios donde se asegura que existe El Poira. Si deseas obtener más detalles de ese personaje, quédate a descubrirlos. 

El Mohán

Como sucede en las historias antiguas, se dificulta situar el origen del Mohán. Algunos relatos mencionan que fue en Tolima donde empezó a rumorearse que existía ese ser. Es posible que en Cundinamarca y otros lugares de la Amazonia colombiana, también hayan surgido los primeros cotilleos referentes a dicha entidad.

Circulan varias suposiciones, pero la más aceptada es la que está relacionada con la hechicería. En aquellos lejanos tiempos una tribu se asentó en las riberas del Río Yuma. En ese lugar rodeado de bellezas naturales reinaba la felicidad. Por desgracia, tiempo después el panorama cambiaría y azotaría la desolación.

En ese entonces, en la región media del Río Magdalena, vivía un chamán visionario. Estaba dotado de gran sabiduría y conocía infinidad de secretos curativos. Era un Mohán que podía mirar más allá del presente. Un día tuvo una horrible revelación, supo que unos extraños traerían calamidades a su tierra.

El brujo intuía que el peligro los acechaba y quiso alertar a su raza. El viento devoró aquellas palabras pues los nativos nunca lo escucharon. Entonces él decidió ponerse a salvo porque presentía que el vaticinio pronto se haría realidad; cargó con sus tesoros y caminó hacia un nuevo hogar.

Poco después, los invasores aparecieron y se cumplió el presagio del adivino. Los conquistadores arrasaron con todo, sin tener compasión alguna. La codicia de los extranjeros, fue la que exterminó a muchos pueblos originarios. La crueldad de los españoles alimentaría el odio del Poira; algún día les cobraría esas humillaciones.

Desde aquella vez, protege la naturaleza y aborrece a los forasteros. Ese raro ente se asemeja a un humano. Es una especie de hombre que tiene rostro bronceado, alguien que cubre su cuerpo de hojas y musgo. Enseguida te desvelaremos más pormenores sobre el protagonista de esta famosa leyenda colombiana.

La Leyenda del Mohán

Durante las primeras expediciones un hechicero se escondió en las entrañas de la selva. Desde ahí vigilaba a los visitantes, a veces los espantaba o les hacía bromas para que abandonaran ese territorio. El tiempo logró que fueran sumándose elementos a esta historia, hasta convertirse en La Leyenda del Mohán.

La versión más difundida viene siendo la Leyenda de Tolima, un relato que luego trascendió a otros sitios. Esta habla de cierta figura masculina: un humanoide de tez tostada, robusto y espigado. Es alguien de cabello largo y enmarañado, en su rostro se le ve una barba abundante y desaliñada.

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Se ignora en donde vive, pero muchos creen que su guarida podría encontrarse en alguna cueva oculta. Incluso ha llegado a manejarse que, mora en un palacio subterráneo que está bajo las aguas. Quizá esa ocurrencia popular, cobró fuerza al saberse que suele brotar de entre los ríos y lagunas.

En sus inicios la historia del Mohán estaba considerada como un mito que contaba hechos fabulosos. Con el correr de los siglos, ese viejo relato fue tornándose más siniestro hasta transformarse en una perturbadora leyenda de terror. Ahora se asegura que El Poira es un horrendo espécimen de ojos diabólicos.

Es un ser perverso que no solo hace travesuras, también dicen que hechiza a las muchachas. Hay casos de jovencitas que desaparecieron en el Río Magdalena. Prefiere llevarse a las doncellas para quitarles su virtud. Las lavanderas le temen porque en esas corrientes se hallaron cuerpos inertes de varias adolescentes.

Los pescadores y campesinos deben estar atentos ya que El Mohán roba sus viandas. Es una criatura que cuida a la naturaleza, pero en ocasiones sus maldades no tienen límites. Para evitar tales fechorías, se le ofrenda tabaco; pues algunos han visto en sus labios un enorme cigarro o chicote.

Historias del Poira

Casi todas las historias, lo describen como un hombretón torvo que es pícaro con las mujeres. Cuando las aborda en los arroyos presenta una apariencia agradable para ellas. Las jóvenes quedan embelesadas al ver el atractivo caballero. Después de hipnotizarlas las transporta a su morada que está repleta de tesoros.

Es un extraño individuo que sale de su refugio por las noches. Emerge de las cascadas o cuerpos acuáticos, luego con su guitarra desvencijada entona melodías tristes que resuenan en el silencio. Su figura se recorta sobre las penumbras, pues en la distancia alcanza a vislumbrarse un gran chicote refulgiendo.

Los lancheros creen que, esa criatura vuelca sus canoas o rompe las redes y libera los peces. Los lugareños piensan que quizá detesta a los pescadores que hacen malas prácticas. Muchos coinciden que las deidades de la naturaleza son sus aliados y que le han dado grandes poderes para cuidarla.

A veces El Mohán transmuta en un hombre normal; deja de ser un salvaje para visitar grandes poblaciones. En sus paseos se adentra en lugares concurridos, ahí encontrará muchachas muy hermosas que van a deslumbrarse por su oro. Con esas riquezas, también comprará bastante tabaco, mucho aguardiente y otras provisiones.

En algunas regiones de Colombia, lo veneran pues piensan que es un espíritu protector del medio ambiente. Sin embargo, en otras partes especulan que podría ser una monstruosa presencia que no pertenece a esta realidad. Ese engendro demoniaco tiene dientes puntiagudos y en sus ojos ardientes se percibe la maldad.

La mirada de esa bestia resulta inquietante, en sus manos hay dedos largos y uñas afiladas. De este tipo de historias se compone La Leyenda del Mohán. Algunas contienen características fantásticas; otras suenan más terroríficas. Sean verdades o mentiras, es necesario preservar al planeta porque mientras vivamos será nuestro hogar.

Versión en Audio

Si prefieres escuchar La Leyenda del Mohán, aquí tienes la Versión en Audio. ¡Que la disfrutes!

 

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