En los tiempos coloniales surgieron diversas historias, donde se narraban eventos fascinantes que la gente iba compartiendo. Uno de los relatos más emblemáticos que ha dado el folclor centroamericano fue La Silampa. Esta leyenda panameña deja en claro que, cuando el amor es genuino no importan razas ni clases sociales.
Pudiera pensarse que, en los relatos antiguos abundan las imprecisiones y patrañas. Es una apreciación algo sesgada; porque este tipo de historias, fueron inspiradas por situaciones que tuvieron fundamentos reales. La Leyenda de La Silampa, describe hechos verídicos que se conjugan con elementos paranormales; los últimos a veces parecen inconcebibles.
Los cuentos y leyendas de Panamá, suelen recuperar sucesos increíbles que los siglos no lograron enterrar. Son crónicas añejas que resultan atrapantes, pues retratan acontecimientos alucinantes. Es el caso de La Silampa, un escalofriante relato que habla de una malévola entidad. Prepárate si deseas saber lo concerniente a esa historia.
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La Silampa
El recelo a lo desconocido, casi siempre produce en la humanidad angustia y temor. Las visiones sobrenaturales generan sensaciones que propulsan al miedo visceral. Esas emociones negativas se presentan cuando llega a materializarse un ser fantasmal en este mundo. Si algo así sucede, es probable que la muerte ande merodeando.
En las neblinas invernales de las noches tenebrosas parece volar una sábana nívea. El ulular del viento y el quejido de los árboles, anuncian que se trata de alguna manifestación etérea. Esta flota y avanza con rapidez buscando víctimas. Es La Silampa, un ente maligno que tiene deseos de venganza.
En los cuentos y leyendas panameñas, así describen a esa criatura incorpórea. Viene siendo un espectro, que deambula en sitios desolados para sembrar el terror. También dicen que es una mujer hermosa que viste de blanco. Con su extraordinaria belleza logra cautivar a los hombres que sucumben ante tales encantos.
Esta leyenda panameña podría haber nacido en el centro del país. Dicha creencia, se sustenta en un conocido relato que hace referencia al Chorro de La Silampa. Es un lugar enigmático donde han ocurrido varias desgracias. La mayoría de ellas, guardan cierta relación con una misteriosa aparición del más allá.
En la Provincia de Veraguas es muy sonada La Leyenda de La Silampa. Con el paso de los años, esta fue alcanzando relevancia en otras partes. De los rumores populares surgieron distintas versiones que circulan por ahí. La más famosa, habla de una sombra que se confunde entre la niebla.
El tiempo se encargó de convertir a la Historia de La Silampa en una importante leyenda de Panamá. Para entender el origen hay que remontarse hasta los albores coloniales. En esas fechas comenzó todo. Los protagonistas: un valiente nativo y su enamorada española. Lo demás, tendrás que descubrirlo a continuación.
Leyenda de La Silampa
Había llegado desde tierras lejanas al Nuevo Mundo; su padre formaba parte de los conquistadores. Cuando la extranjera pisó el territorio panameño quedó embelesada. Se maravilló mucho con los paisajes naturales y la cultura primitiva. Jamás imaginó que, en esos lares encontraría, a quien poco después le robaría el corazón.
Fue un guerrero autóctono el que logró arrobar a la doncella. Ella sabía que aquella relación era prohibida y debía huir para hacer realidad su amor. Decidieron escapar hacia otros rumbos, sin sospechar que algo malo se avecinaba. Cuando intentaban fugarse, varios uniformados les cortaron el paso y los acorralaron.
Las ilusiones de la chica se desvanecieron al descubrir la cara de su papá. Vio en aquel rostro rabia y decepción; supo entonces que no iba a perdonarle la deshonra. Lo confirmó, cuando él mismo dio la orden de acabar con ellos. Solo un milagro podría salvarlos del cruel destino.
Su amado enfrentó a la tropa; pero no consiguió mermarla. La joven comprendió que sería imposible vencerlos pues eran demasiados. Invocó a las fuerzas oscuras para que les ayudaran. Las energías malignas escucharon el conjuro y acudieron al llamado. Luego, el indígena se abalanzó y empezó a luchar con fiereza.
Los soldados iban extinguiéndose por la furia de aquel ser endemoniado. Sin embargo, el jefe de ellos fue más astuto ya que logró ensartar a su odiado enemigo. Enseguida, el espíritu de la noche abandonó el cuerpo del moribundo para apoderarse de la muchacha; esta se transformó en algo abominable.
La espantosa figura atrapó al malvado hombre y lo devoró hasta reducirlo a puros huesos. Desde aquella vez La Silampa acecha en los parajes solitarios. Es una silueta espectral que aborrece las injusticias y persigue a los mujeriegos. Si tus malos comportamientos te conducen hacia ella, despídete de este mundo.