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Leyenda del Chullachaqui

Leyenda de El Chullachaqui - El Duende de la Selva

Nadie sabe la verdadera historia del Chullachaqui, pero en la selva amazónica peruana se dice que han visto a una criatura que no es de este mundo. Un ser fantástico para algunos, otros piensan que es un engendro diabólico que está lleno de maldad; pues se asegura que quien se lo llegue a encontrar, corre el riesgo de perder la vida.

Las historias que circulan sobre este extraño personaje, desde hace tiempo van recorriendo todos los lugares de Perú. Dichos relatos se han compartido por muchas generaciones hasta la actualidad. Lo anterior sirvió de inspiración para escribir cuentos populares y guiones de películas. Ahí se abordan sucesos que retratan vivencias relacionadas con este ente, conocido como el diablo de la selva.

Unos creen que es un cuidador que protege la vida del bosque y ayuda a la gente que trabaja en ese lugar. Otros sostienen que es un duende que se dedica a hacer maldades. Hay leyendas de la selva peruana que mencionan que este mítico ser no se tienta el corazón para hacer daño, a continuación te contamos más sobre:

El Chullachaqui

Para quienes no saben qué es el Chullachaqui y se preguntan quién es, descubrirán que se trata de alguien que vive en las entrañas del bosque. Se dice que sus dominios, se extienden en ciertos lugares de la Amazonía Peruana. Según algunos testimonios, se le ha visto en algunas áreas del Cuzco, Tingo María, San Martín, Loreto y Ucayali.

Las diversas historias que se han ido compartiendo, describen a algo con aspecto de duende con una estatura que apenas rebasa el metro. Este raro espécimen, siempre lleva un sombrero de palma. Su rostro es repugnante, porque tiene orejas puntiagudas, la nariz prominente y unos ojos rojos que infunden miedo. Además, posee una barriga abultada y su cuerpo está cubierto de harapos.

El nombre de esta criatura, proviene de la unión de dos vocablos prehispánicos que tienen raíces quechuas. El término chulla se refiere a disímil o desigual, mientras que chaki se entiende como pie. La combinación de ambas palabras trae como resultado el significado de Chullachaqui, un apodo que lo define por una de sus principales características que lo distinguen.

El Chullachaqui, posee una característica muy peculiar relacionada con sus pies. Son desiguales, pues sólo uno de ellos tiene apariencia humana. El otro es de un chivo o venado; también suele presentarse con una pata de algunos animales más. Se cree, que es el mismísimo diablo que puede aparecerse en diversas formas, un engendro chapucero y maligno.

En algunos de los relatos, el Chullachaqui es alguien perverso que se lleva la gente y la devora. En otros casos se dice que no causa daño, ya que tiene un alma infantil y por ello secuestra los niños; pero solo quiere jugar con ellos. Hay varias versiones sobre este personaje que se han convertido en leyendas, las más famosas son las siguientes.

Leyendas Famosas del Chullachaqui

Ciertas historias del Chullachaqui, mencionan que es una entidad de otra dimensión; considerado en ocasiones como una criatura fantástica. Otros hacen énfasis que sólo es un mítico ser que ya no existe. La versión más popular apunta que es de naturaleza malévola, pues es una especie de diablo que deambula en busca de los caminantes del bosque.

Se dice que acostumbra transformarse en un niño; incluso en otra persona que es allegada a los viajeros. Cuando alguien transita por las veredas o caminos (trochas), debe tener cuidado de caer en el engaño del enano barrigón. Porque también, suele convertirse en animales llamativos y cosas vistosas que usa de señuelo para seducir a sus víctimas; está lleno de mañas.

Cuando eso suceda, hay que guardar la calma y nunca mirarle a los ojos porque estarás perdido. Se aconseja verle los pies y con ello despertarás su inseguridad. Cuentan que así, lo debilitas y busca alejarse; pero si no lo hace, entonces debes gritar fuertemente su nombre Chullachaqui. Al escuchar aquello, huirá asustado por que lo has descubierto y pronto desaparecerá.

Hay quienes sostienen, que hay más especímenes de apariencia similar al Chullachaqui. Estos se esconden en los entresijos del bosque, y se cree que, son las personas que el duende ha convertido después de capturarlas. Muchos aseguran, que todas estas legiones de criaturas infernales se reúnen en algún lugar de la selva, para rendirle culto a un ser oscuro que los gobierna.

Se cree que el Chullachaqui, odia a los paseantes del bosque por pensar que son intrusos de su territorio. Sin embargo, también es considerado como un guardián de la selva: el protector de la flora y la fauna. Sobre este personaje, existen diversas historias que dieron origen a una de las leyendas peruanas más famosas; te invitamos a conocerlas.

Leyenda del Chullachaqui y Calixto

En un lugar rural algo alejado vivía Calixto; un muchacho que trabajaba junto con sus padres la tierra. Cada fin de semana, iba al pueblo a vender sus productos agrícolas y en ocasiones cuando le sorprendía la noche, se quedaba en la casa de su tío. Pero una tarde, decidió regresar a su casa; sin pensar en los peligros que encontraría en el bosque.

«No te vayas hijo, —le dijo su tío—, ya es tarde», pero Calixto no le hizo caso. Entonces se fue caminando y ya a casi al oscurecer llegó a su casa. De pronto, oyó un sonido parecido al de una perdiz y tomó su escopeta. Luego, se internó en el bosque avanzando por las trochas, con la intención de conseguir una rica cena.

Comenzaba a caer la noche y llegaron a su mente las historias del duende de la selva. «Sólo son cuentos», se dijo sonriendo; luego continuó por las veredas. Al fin, encontró las perdices y agazapándose con cuidado se acercó hasta ellas, entonces las vio. Allí estaban, en las ramas de un árbol y sin pensarlo más les soltó un tiro.

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Una cayó al suelo, tocaba ir por su presa. De repente, un ser raro le salió a su encuentro; un hombrecillo de panza enorme y muy feo. Al enano, se le veían unos dientes grandes y negros; también una melena gigante. Era peludo y sus pies parecían desiguales, uno lo tenía al revés. Aquello lo horrorizó, ahí estaba el Chullachaqui.

Entonces la criatura, se abalanzó para devorar al muchacho; pero Calixto se defendió golpeándola. Aquello enfureció al horrendo ser y contratacó con mucha más rabia; pero el joven logró sortear la embestida. Cuando pudo, tomó su fusil y disparó a quemarropa sobre el vientre del duende; pronto se dio cuenta que le había reventado la barriga.

El hombrecito bufaba de dolor y coraje; pues veía que las tripas escapaban de su cuerpo. Aquel pequeño monstruo, aullaba y se retorcía intentando meterlas; pero no lo conseguía. Estaba mal herido y huía chillando perdiéndose entre los árboles. Al ver la espantosa escena, Calixto soltó su escopeta; luego corrió rumbo a su casa para pedir auxilio,

Cuando la familia miró espuma en la boca de su hijo, pensó lo peor; luego el joven perdió el sentido. Entonces su padre tomó el machete, también un candil y salió a buscar ayuda. Al regresar lo acompañaba alguien, era el curandero del lugar. Aquel extraño hombre portaba una rara pipa, algo que le serviría para sanar a Calixto.

El curandero les explicó que el culpable de todo era el Chullachaqui; pues ese diablo de la selva se le aparecía a los que no creen en Dios. Que urgía bautizar a Calixto y salvarlo de aquel demonio. Para comprobarlo, visitaron el lugar donde se había aparecido el duende; allí estaba la escopeta; también miraron a las hormigas dándose un festín.

Y del Chullachaqui nada, hay quienes dicen que en el tronco de un árbol hallaron un gran hoyo y que por ahí se escapó la extraña criatura. Quizá sea un portal que da entrada a su mundo, no se sabe, sólo son suposiciones. La única verdad es que el ente puede aparecerse de repente y asustar cualquiera mientras camina por el bosque.

Historia del  Niño y El Duende de la Selva.

Una familia vivía cerca de la selva, pues ahí había construido su casa. Tenían su pequeña chakra (granja), donde cultivaban productos necesarios para subsistir. Eran felices porque un hijo les llenaba de felicidad su existencia; era pequeño y travieso; le gustaba pasear por diversos lugares. A veces les preocupaba que se internara tanto en el bosque.

Casi todos los días, el niño solía separarse de la casa para ir rumbo a los árboles dónde les contaba que tenía un amigo. Los padres no le decían nada, pensaban que se refería a algún animal de la selva. Creían que aquel chiquillo, se entretenía disfrutando de las cosas lindas que ofrece la naturaleza, sin embargo algo no cuadraba.

Cada día que pasaba notaban más extraño a su hijo, pues se había vuelto muy retraído y como sí viviera en otro mundo. Una noche, un viajero llegó hasta su granja y les pidió posada; entonces, los campesinos que eran de alma buena, lo invitaron a cenar. Cuando el forastero observó detenidamente al pequeño, se dio cuenta que algo malo le sucedía.

Les comentó que un ser maligno lo tenía así y que por agradecimiento les ayudaría. Al otro día, sin que el niño supiera lo siguieron y ahí descubrieron que una extraña criatura convivía con él. Entonces les dijo que conseguiría unas hierbas en el bosque, para hacer rituales que salvarían a su pequeño de la influencia malévola de ese ente perverso.

Les contó que el amigo de su niño, era el duende de la selva llamado Chullachaqui. Que solía presentarse en formas distintas con el fin de engañar a las personas, y que por eso su hijo estaba así tan raro. Los días pasaron y el visitante, logró salvar al pequeño de ese engendro; aquella familia quedó agradecida para toda la vida.

Otros relatos del Diablo de la Selva.

Existen múltiples historias, que narran sucesos relacionados con este extraño personaje. En la mayoría se coincide que no pertenece a este mundo y en ciertos casos se ha especulado que es un híbrido, pues suponen que es una cruza entre un ser demoníaco y un humano. Hay tantas versiones, que a ciencia cierta no se sabe de su origen con claridad.

Lo cierto, es que esta criatura ha causado paranoia en la selva; ya que corre el rumor que se le aparece a las personas materialistas o de malos sentimientos. También se asegura, que aborrece a los que destruyen los montes y los persigue para llevárselos. Cuentan que es burlón y acecha a los solitarios que andan por las veredas.

También afirman que su pata derecha es de humano y la izquierda parece de otro animal. Puede ser de venado, tortuga, gallo y hasta de puerco salvaje; incluso se dice que a veces presenta un pie de niño. Sin duda, todo este tipo de relatos han hecho a ese espécimen una entidad muy temida pues a más de uno ha aterrorizado.

Como parte del folclor peruano se le rinde tributos con la danza del Chullachaqui. Es el protagonista de cuentos y leyendas amazonas; incluso tiene un parque temático que se encuentra en Tarapoto; un lugar turístico donde se realizan visitas guiadas, en esas excursiones se exhibe arte, también narran historias que están relacionadas con este raro duendecillo.

La verdad es que es causante de todo tipo de supersticiones muy relacionadas con lo paranormal. Hay quienes lo invocan o le piden permiso para internarse en su territorio. Todo este tipo tradiciones y costumbres ya son parte de la cultura peruana. Si algún día paseas por los caminos de la selva en este país, ponte atento porque por ahí anda El Chullachaqui.