La exuberancia de la jungla peruana, alberga extrañas criaturas que nadie desea encontrarse. En esos recónditos lugares, donde apenas sobreviven los pueblos primitivos, deambula una malvada entidad que se esconde entre la maraña de los bosques. Es El Tunche; un espíritu demoniaco que acecha a los intrusos para luego atacarlos.
Las leyendas de la selva peruana, recuperan las creencias ancestrales de las etnias amazónicas. Son relatos cargados de fascinantes misterios que retratan eventos fantásticos y tenebrosos. Estos se originaron de las tradiciones orales, esas que los nativos fueron compartiendo desde tiempos remotos; es el caso de la Historia del Tunche.
El temor a lo desconocido engendró las supersticiones en el Amazonas. En ese vasto territorio de majestuosas montañas y sitios inexplorados, también abundan los seres sobrenaturales. Ahí moran espectros, monstruos o figuras amorfas. Hoy te hablaremos de un ente macabro, algo que los peruvianos denominan: El Tunche de la Selva.
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El Tunche
Adentrase en las tierras amazónicas, es como atravesar algún umbral hacia otra realidad. En esa dimensión alterna, donde las leyes de la comprensión parecen languidecer, suelen suceder cosas inexplicables. En los rincones oscuros de la espesa vegetación, se ocultan infinidad de secretos; enigmas que generan intriga y trastocan los sentidos.
Por las entrañas de los parajes montanos, a veces resuenan susurros ominosos que llegan a confundirse con los sonidos de la naturaleza. Son lamentos que brotan de repente entre los portentosos árboles, y hacen recordar varias historias primigenias. En ellas se cuenta que, los aullidos provienen de una maligna presencia.
En ese sitio inexpugnable, donde abundan las enredaderas danzantes, se guarece una siniestra criatura que aborrece a los forasteros. Es un ser intangible que no tiene una forma definida, algo que pertenece al mundo inmaterial. Los relatos antiguos dicen que, puede deslizarse por los resquicios del espacio y el tiempo.
En el imaginario colectivo, perdura la idea de que esa figura grotesca es un espectro infernal. Los nativos le llaman El Tunche: un demonio de la selva que vaga por las trochas buscando víctimas. Al encontrarlas, las domina con sus ojos penetrantes, luego las conduce hasta los confines del abismo.
En ciertos testimonios describen a un raro espécimen de pelaje oscuro. Los incrédulos alegan que, podría tratarse de algún pájaro o fiera salvaje que emite ruidos espantosos. Otros en cambio, les da por pensar que en la jungla también andan almas errantes; espíritus que continúan penando en el plano terrenal.
Desde el pasado, esa diabólica visión ha despertado distintos rumores y especulaciones. Con el correr de los años fueron convirtiéndose en una especie de superstición. Después de varios siglos, aparecieron distintas versiones acerca de ese engendro demoniaco. Si deseas conocer el origen de este legendario personaje, enseguida descubrirás su historia.
Leyenda del Tunche
La Leyenda del Tunche mantiene una estrecha relación con los mitos y creencias de los pueblos originarios. Es muy famosa en Madre de Dios, San Martín, Ucayali, Loreto y Amazonas; también en otras localidades contiguas a la selva. Se ha alimentado de diversos relatos, los más conocidos son los siguientes.
Por las montañas y bosques tropicales de la Amazonía Peruana se pasea una cosa deforme. Emerge desde la sima del averno, para recorrer los senderos solitarios y aplacar sus instintos protervos. Dicen que podría ser el diablo, o quizá una vieja alma atormentada que no ha podido hallar descanso eterno.
En esa verde inmensidad se oye crujir la hojarasca que delata su presencia. De pronto un extraño susurro surge de la nada y logra desconcertar a las personas. Después un inquietante chirrido empieza a escucharse y magnetiza a los visitantes. Es El Tunchi, que con sus espeluznantes silbidos quiere seducirlos.
Cuando los fuereños sucumben ante tal hechizo querrán mitigar su curiosidad. Entonces decidirán aventurarse para explorar y desvelar la verdad. Al poco rato, descubrirán algo inesperado, un espacio diferente en donde se desvanece y marchita la razón. Ahí también afloran las sensaciones aciagas, esas que conducen hacia la total confusión.
Jamás volverán a ver la luz del día porque han caído en una trampa mortífera. Dejaron el mundo real al internarse en las sombras; ese sonido escalofriante será su perdición. Vagarán durante eones en el limbo sin hallar tranquilidad. Ninguno de los incautos podrá regresar para contar su infausta experiencia.
El Tunche posee habilidades prodigiosas, estas le permiten mimetizarse. Suele adoptar formas humanas; casi siempre, las de personas moribundas. Imita sus voces y comportamientos, lo hace para advertir que una desgracia se aproxima. Cuando un macabro chillido suena a menudo en los alrededores, anuncia que la muerte viene en camino.
Historias del Tunchi
Por la región selvática del Perú, circula el rumor de que El Tunche es un emisario de satanás. En las habladurías y relatos populares hay referencias sobre su aspecto diabólico. Se menciona que, aunque adquiera distintas apariencias humanoides; los ojos malévolos y las patas de cabra revelan su origen infernal.
En realidad, nadie sabe dónde está su refugio; tampoco se conoce su verdadera identidad; son meras suposiciones de la gente. En algunas aldeas indígenas, consideran que ese espíritu ancestral protege a la madre tierra. Por eso detesta a los intrusos y los castiga si rompen el equilibrio de la naturaleza.
Pero no todos piensan lo mismo, la mayoría asegura que se trata de un ente maligno. Es un ser perverso que tiende a enfadarse con facilidad. Cuando alguien imita sus hórridos chiflidos estará firmando la sentencia de muerte. Pronto entenderá que, su actitud pueril ha despertado la furia del Tunche.
Existe otra variante de esta leyenda amazónica que resulta un tanto escabrosa. Cuenta historias aterradoras que siempre van ligadas a los acontecimientos funestos. Narra que, en ocasiones un espectro de ultratumba anda rondando por las chozas de la selva. Son viviendas que fueron señaladas con la marca de la fatalidad.
Cuando se percibe un lúgubre silbido cerca de algún domicilio, significa que el luto entrará a ese hogar. En las chacras, a veces deambula una figura fantasmal, es alguien que pronto dejará de respirar. Los lugareños dicen que El Tunche tomó el cuerpo del difunto para llevarlo al más allá.
En el folclor peruano, está enraizada la creencia de que El Tunchi atrae los infortunios. Esa macabra entidad, nos hace comprender lo frágiles que somos ante la muerte. Si de casualidad escuchas un escalofriante sonido, recuerda cuán bello es vivir. No hagas alguna tontería, porque podrías acabar en el inframundo.
Versión en Audio
Si prefieres escuchar La Leyenda del Tunche, aquí tienes la Versión en Audio. ¡Que la disfrutes!
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