En las zonas rurales del norte argentino, nadie quiere visitar parajes solitarios en la noche. Las habladurías dicen que, al caer la tarde podrían encontrarse con una extraña luminiscencia que augura fatalidad. Se trata de La Luz Mala, una aparición espectral que desde tiempos ancestrales despierta los más insanos temores.
La Leyenda de La Luz Mala, es una antigua historia que alcanzó gran popularidad en la zona noroeste de Argentina. Con el correr de los años, se dispersó hacia otros rincones más alejados del país. Forma parte de los relatos tradicionales, que resistieron estoicamente para enriquecer a la cultura gauchesca.
Esta leyenda argentina, describe eventos macabros que guardan relación con las historias de ultratumba y relatos de tesoros. La gente cree que esa diabólica visión, procede de algún lugar remoto que es ajeno a nuestro mundo. Son varias las teorías que se tienen sobre dicha manifestación, enseguida te las contaremos.
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La Luz Mala
La Historia de La Luz Mala es un alucinante relato que existe desde hace muchos ayeres. A decir verdad, no hay claridad de cuándo fue que, empezó a relacionarse ese raro fenómeno lumínico con algún suceso paranormal. Los más escépticos, refutan cualquier suposición que pueda referirse a una entidad sobrenatural.
Hay quienes defienden la premisa de una explicación lógica y científica, que va ligada a los fuegos fatuos. Sostienen que, son producidos por la combustión espontánea de algunos gases inflamables, que provienen de diversos materiales orgánicos. Pueden ser plantas o animales que se encuentran en un avanzado estado de putrefacción.
En los pantanos y cementerios suelen divisarse esos destellos que avanzan de forma vertiginosa. También es posible que, las luces misteriosas viajen entre los cerros y cañadas sin rumbo fijo. Algunos piensan que, podría tratarse tan solo de las llamas que resultan en los procesos químicos realizados por los minerales.
Otros en cambio, especulan que los esqueletos del ganado refulgen en las noches de luna brillante. De tales argumentos, penden los relatos que siempre buscan respaldarse en la razón. Sin embargo, eso no convence a los más supersticiosos, estos prefieren adherirse a las viejas creencias sobre visitantes del bajo astral.
Le nombran La Luz Mala porque se vincula con el demonio y las almas que penan sin hallar reposo. En varias partes de Argentina, la conocen como el farol de Mandinga o el fantasma dentro del foco. Su presencia atrae a los infortunios que luego dan paso a la muerte.
Los lugareños de las regiones campestres, han compartido distintas experiencias aterradoras; estas originaron a La Leyenda de La Luz Mala. En dichos relatos se asegura que, esa fosforescencia es obra de satán, pues representa a los seres del inframundo. Si deseas saber más detalles de la historia, prepárate para averiguarlos.
Leyenda de La Luz Mala
En el folclor latinoamericano, son comunes las crónicas sobre los espíritus que resguardan inmensas riquezas. Se rumora que, donde hay entierros emergen llamaradas blancas y azuladas. Esas lenguas de fuego también anuncian tragedias y desgracias. En las leyendas del norte argentino es donde están más arraigadas ese tipo de historias.
En las montañas y quebradas de los campos argentinos deambula un enigmático resplandor. Surge cuando agoniza el día y la noche avisa que está por llegar. En las épocas de estiaje, vaga de manera errática en la terrible oscuridad. Anda en busca de algún desdichado para llevarlo al más allá.
A veces, esa bola rutilante surge de súbito y se desplaza lentamente muy cerca del suelo. En ciertos casos va moviéndose con rapidez para perseguir a las personas. Aunque las víctimas intentan reaccionar no pueden hacerlo. La impresión les arrebata los sentidos y quedan a merced de La Luz Mala.
La creencia popular maneja que las figuras luminosas de color blanco podrían ser luces buenas. Al parecer son difuntos que tuvieron un final trágico y no han logrado descansar; debe dárseles cristiana sepultura para que trasciendan. Otros suponen que se trata de fantasmas, criaturas del averno o guardianes de tesoros.
Los agoreros alegan que la lumbre rojiza es símbolo de horribles presagios. Esa siniestra señal advierte que lucifer anda suelto, pues consiguió burlar la vigilancia de los ángeles. El 24 de agosto, cuando se festeja a San Bartolomé, satanás abandona el infierno para venir a buscar almas en la tierra.
Persiste la idea de que mordiendo la funda de algún cuchillo se aleja el maligno. También puede orarse en voz alta o enfrentarlo usando un arma blanca. Si llegas a tropezar con La Luz Mala encomiéndate al Creador. No te atrevas a desafiarla, porque quizás acabes en una tumba fría.
Versión en Audio
Si prefieres escuchar La Leyenda de La Luz Mala, aquí tienes la Versión en Audio. ¡Que la disfrutes!
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