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La Leyenda de la Mano Peluda

La Leyenda de la Mano Peluda - Historias de México

En los tiempos del Porfiriato, en vísperas de la Revolución Mexicana; empezaron a compartirse diversos hechos que retrataban la vida de aquella época. Uno de los relatos que surgió en esas fechas, es la historia de la mano peluda. Esta antigua crónica, al pasar de los años se hizo leyenda.

La leyenda de la mano peluda, es una de las historias de terror más populares del pueblo mexicano. Era uno de los tantos relatos que los revolucionarios contaban, mientras pasaban esas noches de vigilia. Ante el calor de una fogata, disfrutaban narraciones deliciosas y delirantes que les espantaban el sueño.

Conocida también como la mano pachona, y lo que de ella decían resultaba terrorífico. Han pasado más de cien años, desde que empezó a escucharse esa horripilante historia. Este relato, sigue contándose en varios rincones de México. Incluso se oye, en algunas partes de Latinoamérica, quédate a conocer esta leyenda.

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La Mano Peluda

El origen de la historia de la mano peluda se remonta al año 1908, cuando eran tiempos convulsos en México. En esa tierra de ricas tradiciones, predominaba el caos por la inestabilidad política que existía en aquella época; una etapa con desigualdades sociales que a la postre provocarían la guerra.

El hambre y la miseria, aguijoneaba al pobre pueblo mexicano y el gobierno en turno; se mostraba indolente ante tal situación. Mientras eso sucedía, los más vivales aprovechaban para sacar ventaja y hacían leña del árbol caído. Desafortunadamente las cosas son así, el que tiene las uñas largas rasguña mejor.

En esos tiempos cuando se avecinaba la revolución mexicana, empezaron a pulular los prestamistas sin escrúpulos. En realidad, eran personajes detestables que les quitaban a los necesitados sus pertenencias; casi siempre a cambio de escasos centavos. Las corruptas autoridades permitían tal práctica, pues recibían una gran tajada del jugoso negocio.

En diversos lugares del país, comenzaron a abrirse locales donde la gente de bajos recursos acudía a pedir dinero. Eran las famosas casas de empeño, regenteadas por personas codiciosas que aumentaban su fortuna a costa de los más débiles y necesitados; algo que desgraciadamente aún sigue existiendo hasta nuestros días.

En la ciudad de Puebla, vivía un tipo de aspecto horripilante que estaba calvo. Era de baja estatura, peludo y con una barriga prominente; alguien que resultaba repugnante por tener bastante vello corporal. Le llamaban Horta, un usurero de oscuros sentimientos muy ávaro, que se ganó el desprecio del pueblo.

El hombre regordete que apellidaba Villa, disfrutaba presumir sus riquezas; una actitud que varios aborrecían. En sus dedos solían verse caras sortijas que gustaba lucir a diario. Quienes miraban sus manos peludas, llenas de anillos con piedras preciosas deseaban que se le secaran; una maldición que luego iba a cumplirse.

Leyenda de la Mano Peluda

Toda la riqueza que acumuló producto de sus pillajes, no le sirvió al usurero para burlar la muerte. A la parca no pudo convencerla que lo dejara en este plano y un día, tuvo que marcharse de este mundo sin llevarse nada; sólo la antipatía lo acompañaría al más allá.

A su funeral casi nadie asistió, sólo su viuda; una mujer apodada como la gangosa. Cuentan que sus manos peludas estaban marchitas; como si se estuviese cumpliendo un castigo por su mal comportamiento en vida. Quedó inhumado en el cementerio de San Francisco, un lugar tétrico donde sucederían cosas horripilantes.

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Ese mismo día del sepelio como a las once de la noche, en la tumba donde reposaba el usurero; el enterrador pudo atisbar con horror, que emergía algo que le puso los vellos de punta. Del sepulcro brotaba una infernal criatura que lo dejó pasmado, pues parecía una tarántula peluda.

De pronto, descubrió que no se trataba de un arácnido, sino de una extraña mano peluda que avanzaba usando sus dedos, cual si fuera un bicho viviente. El sepulturero vio con incredulidad, que aquel ente diabólico salía corriendo y trepaba por la barda del camposanto; quizá para buscar alguna víctima.

Así, la leyenda de la mano peluda se extendió rápidamente, y empezó a rumorearse que un ser maligno había regresado del mismo infierno para cobrar venganza. Cuando comenzaron a encontrar cadáveres sin ojos y con huellas de estrangulamiento; llegó a pensarse que era un engendro demoniaco perteneciente al malvado usurero.

Cuentan que, al llegar la media noche, de una tumba salía la mano peluda de Horta. Después, abandonaba el panteón de San Francisco y buscaba a las personas malas para castigarlas. Cuando las encontraba, les arrancaba los ojos y las estrangulaba con saña; así sus ansias de venganza quedaban cumplidas.

Historias de la Mano Pachona

Esos hechos tan macabros, empezaron a repetirse en varios lugares de Puebla. En los alrededores del panteón San Francisco, seguían apareciendo cuerpos sin vida. Los fiambres, tenían sus cuencas oculares vacías y presentaban un semblante de horror; quizá por haber visto el espeluznante engendro de la mano peluda del prestamista.

Se decía que el codicioso Villa, por un castigo divino, debía penar durante la eternidad en forma de una mano pachona. Algunos sostenían que, en los dedos de esas garras peludas estaban incrustados varios anillos con gemas engarzadas; muy parecidos a los que ostentaba en vida el malvado usurero Horta.

La leyenda de la mano peluda alcanzó gran popularidad en todo México, pues se contaban un sinfín de sucesos aterradores sobre ese abominable ente infernal. Tales relatos resultaban fascinantes, los compartían en cualquier reunión nocturna y así, esta escalofriante historia persistió hasta nuestros días, quedándose en el gusto del vulgo.

Las historias sobre esa malévola entidad, sirvieron de inspiración para el programa de La Mano Peluda. Una serie radiofónica muy longeva iniciada en 1995, que alcanzó gran éxito al presentar relatos de temática sobrenatural. Uno de sus conductores estrella fue Juan Ramón Sáenz, un locutor muy querido por el pueblo.

En otros países como Colombia, también esa cosa peluda es conocida como mano del diablo. Pues cuentan, que sus dedos terminan en unas horrendas uñas que parecen del mismo demonio. Dicen que algunas veces, suele rasguñar las ventanas o aparecerse abajo de las camas; algo que a los niños espanta.

En varias partes de América, se asegura que la mano peluda sale en la oscuridad. A veces parece una araña gigante, que podrías encontrar en un solitario callejón. En otras ocasiones, es una garra infernal que brota de algún lugar y te persigue en horas nocturnas, si la ves huye.